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La FIFA defiende a su presidente y dice que no tienen “nada que ocultar”

Los posibles delitos de Infantino incluyen abuso de autoridad y violación de secretos oficiales, entre otros.

GETTY IMAGES Foto de archivo del suizo-italiano Gianni Infantino, el presidente de la FIFA.

GINEBRA - El secretario general adjunto de la FIFA, Alasdair Bell, aseguró este lunes en una rueda de prensa por teleconferencia que ni la organización ni su presidente, Gianni Infantino, tienen "nada que ocultar" a raíz de la investigación penal abierta por el fiscal federal extraordinario de Suiza, Stefan Keller, el pasado 30 de julio.

Esta investigación está relacionada con una reunión que Gianni Infantino mantuvo con el anterior fiscal general, Michael Lauber, y por la que Stefan Keller cree que se pudieron haber cometido varios delitos, incluidos abuso de poder, violación del secreto al que están obligados los funcionarios públicos, asistencia a infractores e incitación a tales actos.

Alasdair Bell remarcó este lunes que ni la FIFA ni Infantino "tienen nada que esconder" y mostró su predisposición para ser "lo más transparentes posibles y que la verdad salga a la luz".

"Quiero que quede claro que no hay ninguna base, basada en hechos, para esta investigación penal. No hay ninguna descripción de comportamientos delictivos de ningún tipo, a no ser que reunirse con el fiscal general se haya convertido en un delito en Suiza", ironizó.

El secretario general adjunto de la FIFA aseguró que Infantino no sabe qué ha hecho mal, puesto que las reuniones forman parte de su trabajo.

"Estamos cien por cien seguros de que no ha habido ningún comportamiento delictivo ni habrá una condena penal al presidente de la FIFA", dijo Bell.

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Alasdair Bell reconoció que esta investigación penal "ha dañado a la FIFA y al presidente de la FIFA", se comprometió a cooperar "al cien por cien con la investigación" y deseó que "la verdad salga a la luz y que salga rápido".

"No hay nada, cero, desde una perspectiva jurídica que nos condene", indicó.

El secretario general adjunto de la FIFA recordó asimismo que la investigación parte de una denuncia anónima.

"Si alguien abre una investigación penal, debería haber un buen motivo para ello y la verdad es que no existe ningún motivo para ello. Hay denuncias anónimas. No sabemos quién ha hecho esas denuncias. Es el génesis de la investigación, me imagino. Las personas que hicieron las denuncias tal vez querrían ver caer a Infantino", comentó.

"En esta situación, vemos un componente absurdo y se intentan establecer paralelismos con Blatter y no tiene que ver con ello. Nos gustaría que el fiscal nos dijera cuál es ese comportamiento penal", expuso.

"No hay nada serio que investigar, nada que se nos haya comunicado y que indique una conducta o acto indebido. Nos preocupa el daño a la reputación de estas personas y organización. Se trata de una situación injusta, tenemos que aceptarlo, vivir con ello y cooperar con la investigación al cien por cien. Haremos lo que podamos para garantizar que toda la información saldrá a la luz", reiteró.

Bell afirmó también que la Comisión de Ética, independiente de la FIFA, podría llevar a cabo su propia investigación y al respecto apuntó que "Infantino aceptaría cualquier decisión".

El secretario general adjunto de la FIFA explicó que las reuniones de Infantino con el anterior fiscal se produjeron para exponer "que en la organización se abría una nueva etapa, con nuevos principios de gobernanza".

"No se debatieron casos concretos sino que fue más bien una muestra de predisposición para colaborar y establecer una relación de confianza para colaborar con la ley", remarcó.

"FIFA tenía una trayectoria horrible antes de la llegada de Infantino. Había que demostrar a la justicia que ahora es una organización diferente y eso no se puede cambiar con una reunión puntual sino que depende de crear una relación de confianza duradera. Había 20 casos abiertos, de una etapa anterior", rememoró.

El fiscal federal extraordinario de Suiza, Stefan Keller, abrió el jueves pasado, 30 de julio, una investigación penal contra el presidente de la FIFA, Giani Infantino, relacionada con una reunión que éste mantuvo con el fiscal general anterior, quien investigaba una trama de corrupción en el fútbol y renunció el pasado viernes.

El exfiscal general, Michael Lauber, había lanzado una extensa investigación sobre corrupción en el fútbol, que involucraba a la FIFA, que tiene sus cuarteles generales en la ciudad suiza de Zúrich.

Keller cree que se pudieron cometer varios delitos, incluidos abuso de poder, violación del secreto al que están obligados los funcionarios públicos, asistencia a infractores e incitación a tales actos.

Lauber e Infantino se reunieron a mediados de 2017 en Berna, pero ambos dijeron posteriormente que no recordaban esa conversación.

Una corte federal respaldó el pasado viernes una acusación de falsedad contra Lauber, que poco después anunciaba su renuncia.

Keller también solicitó el jueves al Parlamento que levante la inmunidad de Lauber para investigarlo de la misma forma que al resto de implicados.

El expresidente de la FIFA Sepp Blatter y el expresidente de la UEFA Michel Platini también forman parte de las investigaciones sobre corrupción en el fútbol que empezaron en 2014.

La entidad que supervisa la Oficina del fiscal general de Suiza recordó que en todos los casos se aplica la presunción de inocencia.

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