California

Exigen cuentas sobre traslados de reclusas de una cárcel conocida como “el club de la violación”

Las reclusas fueron esposadas en las muñecas y los tobillos durante todos sus largos viajes, a pesar de su clasificación de seguridad mínima, y en algunos casos se les negó agua y viajes al baño, según la abogada que las representa.

La jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Yvonne González Rogers, dijo en la orden del miércoles que la decisión del mes pasado de la Oficina de Prisiones de cerrar la cárcel de Dublin "creó serias preocupaciones" por el bienestar de más de 600 mujeres que fueron trasladadas.
AP

Casi todas las reclusas han sido trasladadas fuera de una problemática prisión de mujeres que será cerrada en California, y senadores estadounidenses exigieron el miércoles una rendición de cuentas sobre el rápido plan de cierre de la instalación donde los abusos sexuales por parte de los guardias eran rampantes.

Hasta el martes, sólo "un pequeño grupo" de mujeres seguía detenida en la prisión de Dublín, y la mayoría de sus 605 reclusas había sido enviada esta semana a otras instalaciones federales, dijo Donald Murphy, portavoz de la Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés). El grupo de tamaño no especificado que permanecía en la cárcel de mínima seguridad cerca de Oakland estaba pendiente de ser liberado o transferido a centros de reinserción social, agregó.

Miembros del Comité Judicial del Senado enviaron una carta a la BOP expresando preocupación por las denuncias de un proceso de traslado caótico durante el cual las reclusas en autobuses y aviones no recibieron atención médica adecuada y, según informes, fueron sometidas a "maltrato, acoso, negligencia y abuso mientras viajaban".

Susan Beaty, abogada de las reclusas que denunció las condiciones en la prisión, dijo que hubo informes de que durante el transporte los guardias hicieron comentarios abusivos a las mujeres, "etiquetándolas como soplonas, refiriéndose al cierre de (la cárcel) Dublín". Además, las reclusas fueron esposadas en las muñecas y los tobillos durante todos sus largos viajes, a pesar de su clasificación de seguridad mínima, y en algunos casos se les negó agua y viajes al baño, afirmó Beaty.

La BOP no respondió de inmediato a la carta de los senadores, pero Murphy dijo que la oficina estaba atendiendo todas las necesidades de las reclusas con "compasión y respeto" durante el proceso de traslado.

"El proceso implicó una planificación y coordinación cuidadosas para garantizar el traslado seguro de las mujeres a otras instalaciones, prestando especial atención a sus requisitos únicos de programación, médicos y de salud mental", escribió en un correo electrónico a The Associated Press (AP). "Seguimos comprometidos a ayudar a cada persona a adaptarse a su nuevo entorno con el cuidado y el apoyo necesarios", agregó.

Una investigación de AP de 2021 expuso una cultura de "club de violación" en la prisión, donde un patrón de abuso y mala gestión se remontaba a décadas atrás. La BOP prometió repetidamente mejorar la cultura y el ambiente, pero la decisión de cerrar las instalaciones representó un reconocimiento extraordinario de que los esfuerzos de reforma fracasaron.

Tras el repentino anuncio el 15 de abril de que se cerraría la prisión de Dublín, la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Yvonne González Rogers, ordenó una revisión caso por caso de las necesidades específicas de cada reclusa antes de que comenzaran las transferencias.

En respuesta, la oficina presentó documentos judiciales cuestionando la autoridad de la supervisora especial designada por la juez el 5 de abril para la prisión, a quien se le encomendó revisar el estado de cada mujer. Los defensores de las reclusas esperaban que la decisión de la jueza frenara el cierre. Pero la oficina continuó con el proceso de todos modos, diciendo en un expediente judicial que "ya se han invertido grandes recursos y horas de los empleados en la mudanza".

Cinco miembros del comité judicial del Senado pidieron el miércoles a la directora de la BOP, Colette Peters, que proporcionara información sobre los preparativos para cerrar la instalación y la orientación brindada "para la segura y humana liberación de custodia o transferencia de personas a otras facilidades" de esa agencia.

"Las personas bajo custodia en la prisión de Dublín han soportado durante mucho tiempo una cultura carcelaria tóxica marcada por agresión sexual, acoso y negligencia médica a manos del personal de la BOP. Y ahora, mientras están sujetas a las privaciones e indignidades de un protocolo de traslado y cierre defectuoso y apresurado, las mujeres bajo custodia denuncian hostilidad y represalias por parte de los empleados de la BOP que las culpan por el cierre de la instalación. Esto es inaceptable", dice la carta firmada por los senadores demócratas Cory Booker de Nueva Jersey; Richard Durbin de Illinois; Jon Osoff de Georgia; y Alex Padilla y Laphonza Butler de California.

Beaty dijo que, según los informes, algunas de sus clientas han sido enviadas a instalaciones en Texas, Florida, Minnesota y West Virginia.

"Estas son mujeres que habían podido ver a sus hijos, a sus padres y a sus seres queridos con cierta regularidad. Ahora están angustiadas porque las han separado (de sus seres queridos)", indicó Beaty.

Los defensores de las reclusas habían pedido que la mayoría de ellas fueran liberadas, y no transferidos, de la prisión de Dublín, que, según dijeron, no solo estaba plagada de abusos sexuales, sino que también tenía moho peligroso, asbesto y atención médica inadecuada. También les preocupa que algunos de los problemas de seguridad puedan persistir en otras cárceles de mujeres.

En agosto pasado, ocho reclusas de Dublín demandaron a la BOP, alegando que la agencia no había logrado erradicar los abusos sexuales en el centro. Sus abogados han dicho que el litigio civil continuará.

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