WASHINGTON DC — Una pregunta clave ha eludido a los gobiernos y agencias de salud de distintas partes del mundo desde que empezó la pandemia de COVID-19: ¿El virus se originó en animales o se filtró de un laboratorio chino?
Ahora, el Departamento de Energía de Estados Unidos ha determinado con “poca certeza” que empezó con una fuga de laboratorio, de acuerdo con una persona familiarizada con el reporte que no estaba autorizada para discutirlo. El reporte no se ha hecho público.
Pero otros en la comunidad de inteligencia de Estados Unidos discrepan.
“Ahora mismo no hay un consenso en el gobierno de Estados Unidos sobre cómo empezó exactamente el COVID”, dijo el lunes John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. “Simplemente no hay un consenso en la comunidad de inteligencia”.
La conclusión del Departamento de Energía fue reportada el fin de semana en primera instancia por el Wall Street Journal, que señaló que el reporte confidencial se basaba en nueva información de inteligencia y que estaba incluida en una actualización de un documento de 2021. La dependencia supervisa una red nacional de laboratorios.
Funcionarios de la Casa Blanca rechazaron el lunes confirmar los reportes de los medios de comunicación sobre la conclusión.
En 2021, funcionarios publicaron el resumen de un reporte de inteligencia que señalaba que cuatro miembros de la comunidad de inteligencia estadounidense creían con poca certeza que el virus fue transmitido por primera vez de un animal a un ser humano, y que un quinto creía con mediana certeza que la primera infección humana estaba vinculada a un laboratorio.
Aunque algunos científicos están dispuestos a creer la teoría de la filtración de laboratorio, otros siguen creyendo que el virus provino de los animales, mutó y luego saltó al ser humano, como ha sucedido en ocasiones anteriores con los virus. Los expertos señalaron que podrían pasar años para que se conozca el verdadero origen de la pandemia, si es que alguna vez sucede.
PETICIONES PARA MÁS INVESTIGACIONES
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos rechazó comentar sobre el reporte. Las 18 oficinas de la comunidad de inteligencia estadounidense tuvieron acceso a la información que el Departamento de Energía utilizó para llegar a su conclusión.
Alina Chan, bióloga molecular del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) y de Harvard, dijo que no está segura de cuál es la nueva información de inteligencia que las agencias tienen, pero “es razonable inferir” que está relacionada con actividades en el Instituto de Virología de Wuhan, China. Señaló que una propuesta de investigación de 2018 coescrita por científicos allí y sus colaboradores estadounidenses “esencialmente describía un plano para virus similares al COVID.”
“Menos de dos años después, un virus de ese tipo estaba causando un brote en la ciudad”, comentó.
El instituto de Wuhan llevaba años estudiando los coronavirus, en parte debido a la preocupación generalizada — que se remonta al SARS — de que los coronavirus pudieran ser el origen de la próxima pandemia.
Ninguna agencia de inteligencia ha dicho que crea que el coronavirus que causó el COVID-19 haya sido liberado intencionalmente. El resumen no confidencial de 2021 fue claro en este punto diciendo: “Juzgamos que el virus no fue desarrollado como un arma biológica”.
“Los accidentes de laboratorio ocurren con una frecuencia sorprendente. Mucha gente no se entera realmente de los accidentes de laboratorio porque no se habla de ellos públicamente”, comentó Chan, quien es coautora de un libro sobre la búsqueda de los orígenes de COVID-19. Estos accidentes “subrayan la necesidad de hacer más transparente el trabajo con patógenos altamente peligrosos”.
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud recomendó una investigación más profunda sobre un posible accidente de laboratorio. Chan dijo que espera que el reporte más reciente desencadene más investigaciones en Estados Unidos.
China ha dicho que la insinuación de que el COVID-19 proviene de un laboratorio chino es “infundada”.
APOYO A LA TEORÍA DE QUE PROVIENE DE LOS ANIMALES
Muchos científicos creen que la teoría de que un animal pasó el virus a un ser humano sigue siendo mucho más probable. Teorizan que surgió en la naturaleza y saltó de los murciélagos a los humanos, bien directamente o a través de otro animal.
En un trabajo de investigación de 2021 publicado en la revista Cell, científicos señalaron que el virus del COVID-19 es el noveno coronavirus documentado que infecta al ser humano, y que todos los anteriores se originaron en animales.
Dos estudios, publicados el año pasado por la revista Science, sustentan la teoría del origen animal. Esa investigación encontró que era probable que el mercado mayorista de mariscos Huanan, en la ciudad de Wuhan, fuera el epicentro inicial. Los científicos concluyeron que el virus probablemente pasó de los animales a las personas en dos ocasiones distintas.
“La literatura científica no contiene esencialmente nada más que artículos de investigación originales que apoyan un origen natural de esta pandemia”, afirmó Michael Worobey, biólogo evolutivo de la Universidad de Arizona que ha estudiado los orígenes de COVID-19.
Dijo que el hecho de que otros miembros de la comunidad de inteligencia examinaran la misma información que el Departamento de Energía y “aparentemente no cambiaran de opinión dice mucho”. Señaló que toma tales evaluaciones de inteligencia con esceptisismo porque no cree que las personas que las hacen “tengan la experiencia científica... para entender realmente las pruebas más importantes que necesitan entender.”
Estados Unidos debería ser más transparente y publicar la nueva información de inteligencia que aparentemente influenció al Departamento de Energía, comentó Worobey.
LAS REACCIONES AL REPORTE
La conclusión del Departamento de Energía se da a conocer en momentos en los que los legisladores republicanos han estado utilizando su mayoría en la cámara baja para investigar todos los aspectos de la pandemia, incluido su origen, así como lo que, afirmaron, fueron gestiones de funcionarios para ocultar el hecho de que se filtró de un laboratorio de Wuhan. Hace unas semanas, los republicanos enviaron cartas al doctor Anthony Fauci, a la directora de inteligencia nacional Avril Haines, al secretario de Salud Xavier Becerra y otros, como parte de sus labores de investigación.
El ahora jubilado Fauci, que fungió como el principal experto en enfermedades infecciosas de la nación bajo la presidencia del republicano Donald Trump y del demócrata Joe Biden, ha señalado que las críticas del Partido Republicano son disparates.
El representante Mike McCail, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, ha pedido al gobierno de Biden que proporcione al Congreso una sesión informativa “completa y exhaustiva” sobre el informe y las pruebas que lo sustentan.
Kirby, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, subrayó que el presidente Biden cree que es importante saber qué ocurrió “para que podamos prevenir mejor futuras pandemias”, pero que esa investigación “debe hacerse de forma segura y lo más transparente posible para el resto del mundo”.