Un residente de Utah fue condenado el pasado jueves a cadena perpetua por el brutal ataque con un tubo de metal contra tres familiares hispanos en noviembre del 2018.
Alan Dale Covington, de 51 años, fue declarado culpable de tres cargos de crimen de odio por la salvaje golpiza en un taller de neumáticos en Salt Lake City y en la que resultaron gravemente heridos José Luis López y su hijo Luis López, de 18 años.
Telemundo Utah conversó en exclusiva con José Luis López, quien junto a su hijo fueron víctimas del incidente en un taller mecánico.
El día del ataque, Convington entró al taller que rentaba José Luis López y empezó a gritar que "odiaba a los mexicanos" y que quería "matarlos", porque supuestamente un miembro de la mafia mexicana había matado a su hija.
"Él se paró hasta allá al frente, gritando que quería matar mexicanos" expresó López. Y dijo, "no, llámales que yo te voy a matar a ti, yo me puse en medio de mi hijo y de él para que se fuera y donde está esa troca roja fue que me dio con la vara que traía" agrega la víctima.
El hermano de José Luis López, Ángel López, se unió a ellos afuera después de que Covington se negó a abandonar la propiedad, dijeron los fiscales. Luego el hombre golpeó dos veces al joven de 18 años antes de que Ángel López, asustara a Convington, dijeron los fiscales.
Durante el juicio, la defensa de Covington dijo que su cliente se refería a la mafia mexicana y no a los mexicanos en general.
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López narra que se siente complacido con la decisión del jurado federal, aunque hubo algunos retrasos por parte de la defensa de Convigton.
"Pues la cosa es que ahora en el veredicto que ya lo sentenciaron, pues, estuvo bien pero se hizo muy largo porque los defensores de el estaban preguntando cosas que no entraban al caso", señala López.
Según la víctima la defensa del acusado insinuó que todo se trataba de una farsa. " Me preguntaron que si yo hacía eso por papeles o dinero", dijo López.
"Esto ha destruido mi vida", dijo López en una audiencia, mientras Rose Gibson, fiscal del caso, argumentó que Covington "atacó a esta familia por quienes son" y que llegó armado al negocio, refiriéndose al tubo de metal de 3 metros con el que los golpeó severamente.
Los fiscales del caso también presentaron pruebas contra Covington que lo mostraban en otra tienda de autos dos días antes supuestamente gritando insultos similares a un venezolano, según documentos judiciales.
Los abogados defensores de Covington respondieron que sufría delirios y que no tiene prejuicios contra los hispanos.
Se espera que el equipo de abogados de Covington apele la sentencia de este jueves.
Covington fue acusado originalmente en un tribunal de distrito de agresión agravada, posesión de un arma peligrosa y uso de una sustancia controlada. Todos esos cargos fueron desestimados la semana pasada.
En principio no fue acusado originalmente de un delito de odio porque los funcionarios judiciales dicen que la ley estatal, tal como está escrita, no permite tal cargo. El tema lanzó un nuevo examen del estatuto, y la Legislatura aprobó una versión mucho más fuerte el año pasado.
"Con este veredicto, se obtiene justicia para esta familia mexicana y se envía un mensaje claro de que cualquier delito contra las víctimas identificadas por su género, raza, religión, nacionalidad, etnia, identidad y orientación sexual será procesado hasta las últimas consecuencias", dijo el Consulado Mexicano en Salt Lake City en un comunicado.
Jose Luis López nos cuenta que su hijo actualmente ya no trabaja con él en la llantera debido a que siente miedo por la situación que vivió y que, según su padre, por poco culmina con su vida.