WASHINGTON (AP) — Las pruebas caseras para detectar el coronavirus han ganado popularidad, pero los reguladores en Estados Unidos advierten que aún es demasiado arriesgado.
Las autoridades médicas han frenado a compañías que lanzaron rápidamente kits caseros hasta que puedan mostrar que sus productos son capaces detectar con precisión el virus que causa la enfermedad COVID-19.
Por ahora, la única forma en que las personas pueden hacerse la prueba en Estados Unidos es en hospitales, clínicas y sitios designados por el gobierno, con una orden médica.
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Después de un despliegue fallido, las pruebas en Estados Unidos han aumentado gracias a las máquinas de alto volumen y a los tests rápidos. La semana pasada, funcionarios federales dijeron que las pruebas totales superaron las 1.4 millones, y los laboratorios procesan casi 100,000 pruebas diarias, un umbral que muchos expertos dicen que es necesario para rastrear el virus.
Aún así, las pruebas siguen estando limitadas por la escasez de suministros médicos como guantes, máscaras e hisopos. Además, algunos servicios donde se realizan tests sin que las personas bajen de sus autos propuestos para estacionamientos en cadenas como Walmart, Walgreens y Target apenas han despegado.
Mientras tanto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está promoviendo agresivamente nuevas opciones en el mercado.
En la mayoría de la gente, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Pero en algunos, sobre todo en adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes, puede causar afecciones más graves como neumonía o incluso la muerte.