El inspector general del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) abrió una investigación contra el Servicio Secreto por el manejo a la seguridad de Donald Trump durante el mitin político en Pensilvania en el que un hombre de 20 años atentó contra la vida del expresidente.
En un breve aviso publicado en el sitio web del inspector general, la agencia informó el objetivo de la investigación es “evaluar el proceso del Servicio Secreto para asegurar el evento de campaña del expresidente Trump del 13 de julio de 2024”.
No se dieron detalles sobre cuándo empezó la investigación. El aviso se encontraba entre una larga lista de casos en curso que está siguiendo la oficina del inspector general.
El presidente Joe Biden ya había ordenado una revisión independiente de la seguridad en el mitin en el que terminó en un atentado contra la vida de Trump.
El intento de asesinato ha dejado dudas sobre cómo el pistolero pudo trepar a un tejado con una vista despejada hacia el expresidente, que resultó herido de bala en la oreja derecha.
El tirador, identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, logró acercarse a 135 metros (157 yardas) del escenario donde hablaba el expresidente republicano cuando abrió fuego. Esto a pesar de la amenaza a la vida de Trump por parte de Irán, lo que generó el aumento en la seguridad para el expresidente en los días previos a la manifestación del sábado.
Un Trump ensangrentado fue rápidamente escoltado fuera del escenario por agentes del Servicio Secreto, y francotiradores de la agencia mataron al tirador. Trump dijo que la parte superior de su oreja derecha quedó perforada en el tiroteo. Un manifestante murió y otros dos resultaron gravemente heridos.
La directora del Servicio Secreto, Kim Cheatle, dijo que la agencia comprende la importancia de la revisión ordenada por Biden y participaría plenamente en ella, así como en los comités del Congreso que investigan el tiroteo. Dijo que la agencia estaba trabajando para comprender cómo ocurrió el incidente y para asegurarse de que algo como esto nunca vuelva a suceder.
La agencia, que cuenta con aproximadamente 7,800 miembros de personal, es responsable de proteger a los presidentes, vicepresidentes, sus familias, ex presidentes, sus cónyuges y sus hijos menores de 16 años y algunos otros funcionarios de alto nivel del gabinete, como el secretario de Seguridad Nacional.