Un tornado destruyó casas, obligó a evacuar una residencia de ancianos y derribó árboles y tendidos eléctricos al pasar por una pequeña población de Oklahoma, uno de los varios tornados registrados en el centro de Estados Unidos durante una serie de potentes tormentas que según los meteorólogos podrían continuar hasta el martes. Al menos una persona murió.
El tornado atravesó el lunes por la noche la población de Barnsdall, de 1,000 habitantes, que se encuentra a 40 minutos por carretera del norte de Tulsa. Fue el segundo tornado en la población en cinco semanas. El 1 de abril, un meteoro con velocidad máxima de entre de 90 a 100 millas (145 y 161 kilómetros) por hora dañó casas y arrancó árboles y postes eléctricos en Barnsdall.
El Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional citó 17 informes de tornados desde el lunes por la noche hasta las primeras horas del martes en la parte central de Estados Unidos. Ocho de los tornados ocurrieron en Oklahoma, dos en Kansas, dos en Dakota del Sur y dos en Iowa, y uno en Nebraska, Missouri y Tennessee.
Al menos de 30 a 40 viviendas sufrieron daños en la localidad el lunes por la noche, según la Patrulla de Autopistas de Oklahoma, y una residencia de ancianos dijo que había evacuado a sus internos por una fuga de gas que no pudo cortarse debido a daños provocados por la tormenta. También se reportaron muchas calles bloqueadas por escombros, según la oficina de manejo de emergencias del condado Osage.
Una persona murió en Barnsdall y al menos otra está desaparecida, dijo por teléfono el subjefe de policía del condado Osage, Gary Upton.
“Es una ciudad pequeña y prácticamente pasó por el centro”, agregó.
La Barnsdall Nursing Home indicó en internet que todos sus internos estaban localizados e ilesos y estaban siendo trasladados a otros centros. La residencia pidió comprensión a las familias ya que “el pueblo es un caos (...) Por favor, recen por nosotros”.
También se reportaron daños en Bartlesville, unos 20 millas al noreste.
“Recibimos un impacto directo del tornado” en la ciudad, dijo Kary Fox, de Manejo de Emergencias del condado Washington. “Por favor, manténganse fuera de las carreteras. Manténgase fuera de esas zonas dañadas. Estamos teniendo muchas dificultades para llegar a hacer comprobaciones para ver cómo se encuentra la gente, para ver si tienen lesiones, debido a la congestión de tráfico”.
Un equipo de investigación salió el martes para evaluar los daños en Barnsdall y Bartlesville, y en Arkansas, según Joe Sellers, meteorólogo de la oficina del servicio meteorológico en Tulsa, Oklahoma.
El centro de predicción de tormentas advirtió de un riesgo agravado de graves tormentas eléctricas en el Valle de Ohio el martes con una posibilidad de unos pocos tornados, que podrían ser fuertes, así como granizo y vendavales peligrosos.
El foco de peligro iba desplazándose al este el martes, indicó Roger Edwards, meteorólogo jefe del centro, aunque no era tan intensa como el lunes.
El servicio meteorológico en Tulsa dijo el lunes por la tarde de que un “tornado grande y con riesgo para la vida” se dirigía a Barnsdall, con ráfagas de hasta 70 mph (112 km/h). El meteorólogo Brad McGavock dijo que en un primer momento no había información disponible sobre el tamaño del meteoro y a qué velocidad se había movido.
Las tormentas comenzaron antes el lunes con ráfagas de viento y lluvia. Pero tras ponerse el sol se avistaron tornados en el norte de Oklahoma. En un momento de la noche, una tormenta en la pequeña población de Covington “produjo tornados de forma intermitente durante una hora”, según el Servicio Nacional del Clima. En toda la zona, los molinos de instalaciones eólicas giraban con rapidez entre el viento y la intensa lluvia.
En Kansas algunas zonas recibieron grandes bolas de granizo de 3 pulgadas de diámetro.
Las tormentas azotaron Oklahoma mientras zonas como Sulphur y Holdenville se recuperaban de otro tornado que mató a cuatro personas y dejó a miles sin electricidad a finales del mes pasado. Tanto las Grandes Llanuras como la región centronorte de Estados Unidos han sufrido tornados esta primavera.
El Centro Estatal de Operaciones de Emergencias de Oklahoma, que coordina su respuesta a las tormentas desde un búnker cerca del Capitolio del estado, seguía activo desde las tormentas letales de la semana pasada.
Monte Tucker, un granjero y ranchero en la localidad de Sweetwater, en el oeste de Oklahoma, pasó el lunes colocando algunos de sus tractores y equipamiento pesado en graneros para protegerlo del granizo. Dijo que había avisado a sus vecinos de que podían acudir a su casa si el tiempo se volvía peligroso.
“Construimos una casa hace 10 años, y mi testaruda mujer se empeñó y se aseguró de que construíamos una habitación segura”, dijo Tucker. Todo el primer piso, señaló, está construido con muros de cemento armado.
Oklahoma y Kansas estaban bajo un aviso de alto riesgo meteorológico el lunes. La última vez que se emitió un aviso de esa categoría fue el 31 de marzo de 2023, cuando un enorme sistema de tormentas golpeó zonas del sur y el centronorte de Estados Unidos, como Arkansas, Illinois y zonas rurales de Indiana.
Se esperaba que hubiera tormentas durante toda la semana en Estados Unidos. El este y el sur del país se llevarían la peor parte el resto de la semana, lo que afectaría a Indianápolis, Memphis, Nashville, San Luis y Cincinnati, ciudades donde viven más de 21 millones de personas. Los cielos deberían despejarse para el fin de semana.
Mientras tanto, las inundaciones en la zona de Houston empezaban a retroceder el lunes tras días de intensas lluvias en el sureste de Texas que anegaron vecindarios y provocaron cientos de rescates acuáticos.