Las ventas navideñas aumentaron este año y el gasto siguió resistiendo durante la temporada de compras, incluso con los estadounidenses luchando con precios más altos en algunas zonas y otras preocupaciones financieras, según la última medición.
Las ventas navideñas desde principios de noviembre hasta Nochebuena aumentaron un 3.1%, un ritmo más lento que el incremento del 7.6% de 20232, según Mastercard SpendingPulse, que realiza un seguimiento de todo tipo de pagos, incluidos el efectivo y las tarjetas de débito.
Sin embargo, las ventas de este año están más en consonancia con lo que es habitual durante la temporada navideña, después de un aumento del gasto en 2022 durante el mismo periodo.
“Esta temporada navideña, el consumidor se ha mostrado activo y ha gastado de forma deliberada”, declaró Michelle Meyer, principal economista del Instituto de Economía de Mastercard. “El contexto económico sigue siendo favorable, con una creación de empleo saludable y una relajación de las presiones inflacionistas, lo que permite a los consumidores buscar los bienes y experiencias que más valoran".
El número de personas que solicitan prestaciones por desempleo se ha mantenido muy bajo en términos históricos y los empresarios siguen teniendo dificultades para encontrar suficientes trabajadores.
Aun así, el crecimiento de las ventas fue algo inferior al aumento del 3.7% que Mastercard SpendingPulse había previsto en septiembre. Los datos publicados este martes excluyen el sector del automóvil y no están ajustados a la inflación.
Las ventas de ropa subieron un 2.4%, aunque las de joyería cayeron un 2% y las de electrónica bajaron aproximadamente un 0.4%. Las ventas por internet aumentaron un 6.3% respecto a 2022 y el gasto en persona subió un modesto 2.2%.
El gasto de los consumidores representa casi el 70% de la actividad económica de Estados Unidos y los economistas siguen de cerca cómo gastan los estadounidenses, especialmente durante las fiestas, para calibrar cómo se sienten financieramente.
En vísperas de las fiestas, aumentó la preocupación por la disposición de los estadounidenses a gastar debido a los elevados precios de los artículos de primera necesidad, en un momento en que los ahorros han disminuido y la morosidad de las tarjetas de crédito ha aumentado.
En respuesta, los minoristas adelantaron los descuentos en los productos navideños en octubre en comparación con hace un año. También se mostraron prudentes a la hora de decidir el volumen de sus pedidos, después de que en 2022 se vieran afectados por la saturación de sus almacenes.