Es pequeño en tamaño, grande en su actividad, conocido por su “sonrisa” y ya está listo para competir con otras 200 razas de perro.
Díganle hola al Lancashire Heeler, la raza más reciente en ser reconocida por el American Kennel Club. La organización anunció este miércoles que esta raza de pastoreo ya puede participar en miles de exposiciones caninas de Estados Unidos, incluido el destacado evento del Westminster Kennel Club.
Estos perros de cuerpo alargado y pelaje corto, a menudo negro y café, tienen la forma de un corgi de tamaño reducido, miden alrededor de 12 pulgadas a la altura de los hombros y pesan hasta 17 libras. Históricamente, eran ayudantes en las granjas, tanto para conducir el ganado como para ahuyentar ratas, y hoy en día participan en toda una serie de deportes y actividades caninas.
“Son perritos aguerridos y muy inteligentes”, dice Patricia Blankenship, de Flora, Mississippi, que los cría desde hace más de una década. “Es una raza muy agradable”.
Su descripción oficial —o estándar de la raza, en la jerga del mundo canino— exige que sean “valientes, alegres, cariñosos con el dueño”, y los propietarios dicen que los Heelers contentos a veces retraen los labios en una “sonrisa”.
Son “extremadamente versátiles” y participan en todo tipo de actividades, desde el trabajo olfativo hasta concursos de buceo en muelles, afirma la presidenta del United States Lancashire Heeler Club, Sheryl Bradbury. Pero aconseja que un Lancashire Heeler “tenga un trabajo”, ya sea un deporte canino organizado o simplemente pasear y buscar con sus dueños.
Los perros se benefician de conocer a gente y canes diferentes, añade Bradbury, que los cría en Plattsmouth, Nebraska.
Los Lancashire Heelers se remontan a siglos atrás en Gran Bretaña, donde ahora se consideran una “raza autóctona vulnerable” en peligro de extinción en su tierra natal. En los últimos años, el Kennel Club británico sólo ha inscrito en su registro una media de 121 Lancashire heelers al año, y el American Kennel Club afirma que sólo existen unos 5,000 en todo el mundo.