TEXAS - Una familia de Palmview experimentó el susto de su vida cuando el menor de sus tres hijos se ahogó. Desesperados, pidieron ayuda a vecinos y llamaron al 911, pero sentían que el tiempo se le acababa al pequeño Aleph.
Entonces sin saber qué más hacer, los padres salieron del hogar en busca de ayuda.
Reyna Aguilar, madre de Aleph, relata que llegó a pensar que el niño moriría. Sin embargo, encontraron a la oficial Sandy Alonzo en un estacionamiento.
Alonzo acababa de entregar unos documentos y actualizaba su sistema cuando en la ventana del pasajero vio a los padres de Aleph. El papá del niño le dijo a la oficial: "se me está ahogando el niño".
Ella, como todos los oficiales del Precinto 2 del Condado Hidalgo, está entrenada para este tipo de situaciones. Sin dudarlo, Alonzo aplicó la técnica adecuada para salvarlo pero dice que no estaba sola.
"Lo más pronto que pude me bajé corriendo, agarré el infante y lo puse bocaabajo", recuerda Alonzo. Le doy gracias a Dios, a mi mamá en el cielo que tuvo que estar conmigo", añade.
"Yo hice lo que cualquier otro oficial en la misma situación hubiera hecho", destaca.
Mientras tanto, el pequeño Aleph ya está como si nada hubiese ocurrido y regresó a sus actividades regulares.