El presidente Donald Trump aseguró este viernes que las iglesias y otros lugares de oración son "esenciales" y les pidió a los gobernadores que permitan su reapertura "ahora mismo", o él lo hará por decreto.
"Los gobernadores deben hacer lo correcto y permitir que estos lugares de fe tan importantes y esenciales abran ahora mismo o para este fin de semana. Si no lo hacen, desautorizaré a los gobernadores", dijo el mandatario en una conferencia desde la Casa Blanca.
El mandatario afirmó que este viernes le otorgó la categoría de "esenciales" a todos los lugares de culto y oración del país y que "los ministros, pastores, rabinos y otros líderes religiosos se asegurarán de que sus congregaciones estén seguras mientras se reúnen y oran".
"Algunos gobernadores han considerado que las licorerías y las clínicas de aborto son esenciales, pero han dejado de lado las iglesias y otros lugares de culto, eso no está bien. Así que estoy corrigiendo esta injusticia", agregó.
El mandatario indicó que esta guía viene directamente de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y dijo que si algún gobernador lo llama para preguntarle sobre este tema "no tendrá éxito".
En su guía de recomendaciones, los CDC sugieren que los asistentes mantengan la buena higiene, el distanciamiento social de 6 pies, así como el uso de mascarillas.
Hace más de un mes, los CDC enviaron al gobierno de Trump documentos que habían preparado con medidas específicas que distintos tipos de organizaciones podrían seguir conforme reabren gradualmente. Las recomendaciones eran para siete tipos de organizaciones, incluyendo escuelas, restaurantes e instalaciones religiosas.
Esos borradores incluían información detallada para las iglesias que desean reanudar los servicios con personas en los templos, con sugerencias que incluían mantener la distancia entre los parroquianos y limitar el número de los asistentes.
En un principio el gobierno de Trump archivó todos los documentos, pero fueron obtenidos por los medios de prensa. Algunas autoridades de salud censuraron la medida, y afirmaron que las organizaciones necesitan recomendaciones basadas lo más posible en la ciencia mientras intentan reabrir sin causar rebrotes del coronavirus.