NUEVA YORK --El expresidente Donald Trump respondió preguntas durante casi siete horas el jueves en su segunda declaración en una batalla legal con la fiscal general de Nueva York, Letitia James, sobre las prácticas comerciales de su empresa, con lo revierte una decisión anterior de invocar la protección de la Quinta Enmienda para permanecer en silencio.
El republicano se reunió todo el día con los abogados de la fiscal general, quien demandó a Trump el año pasado.
La demanda afirma que Trump y su familia engañaron a bancos y socios comerciales al darles información falsa sobre su patrimonio neto y el valor de activos como hoteles y campos de golf.
Poco después de que Trump ingresara al edificio de Manhattan que alberga las oficinas de James, su abogada, Alina Habba, dijo que él estaba “no solo dispuesto sino ansioso por testificar”.
Después de que terminó la declaración, un abogado de los negocios de Trump, Christopher Kise, dijo que el expresidente había pasado casi siete horas “describiendo en detalle su extraordinario éxito comercial”.
“Las transacciones en el centro de este caso fueron tremendamente rentables para los bancos y para las entidades de Trump”, dijo Kise. “Cuando los hechos de este éxito, y no fragmentos de sonido políticamente diseñados, salgan a la luz, todos se burlarán de la idea de que se produjo un fraude”.
La demanda no está relacionada con los cargos penales por delitos graves presentados contra Trump por el fiscal de distrito de Manhattan, que condujeron la semana pasada a su histórica lectura de cargos, la primera para un expresidente.
James se negó a responder una pregunta sobre la declaración en una conferencia de prensa sobre un asunto no relacionado el miércoles.
TRUMP INVOCÓ LA QUINTA ENMIENDA MÁS DE 400 VECES EN PRIMERA AUDIENCIA
Trump se reunió previamente con los abogados de James el 10 de agosto, pero se negó a responder a todas menos algunas preguntas de procedimiento, invocando sus derechos de la Quinta Enmienda más de 400 veces. En ese momento, James aún no había presentado su demanda y no estaba claro si las preguntas sobre la forma en que Trump valoraba su empresa se convertirían en la base de un caso penal.
“Cualquiera en mi posición que no aceptara la Quinta Enmienda sería un tonto, un absoluto tonto”, dijo en esa declaración, que fue grabada en video y luego divulgada públicamente. Trump predijo que una fiscal “renegada” intentaría convertir sus respuestas en un caso penal, si las daba.
“Una declaración o respuesta que está muy ligeramente fuera de lugar, muy ligeramente, por accidente, por error, como que era un día soleado y hermoso, cuando en realidad estaba un poco nublado, sería respondida por la policía a un nivel que rara vez visto en este país, porque lo he vivido”, dijo.
Las circunstancias desde entonces han cambiado. Los cargos penales presentados por el fiscal de distrito de Manhattan se centraron en cómo la compañía contabilizó internamente los pagos al abogado Michael Cohen por su trabajo de pagar a las personas para que no hicieran públicas historias sobre encuentros sexuales extramatrimoniales que Trump dijo que nunca sucedieron.
La demanda de James se centró en las acusaciones de que Trump mintió repetidamente sobre su propia riqueza y exageró el valor de sus activos en los estados financieros.
En una publicación en las redes sociales el jueves por la mañana, Trump calificó la demanda de “ridícula, al igual que todos los otros casos de interferencia electoral que se presentaron en mi contra”.
Levantó el puño cuando salía de su apartamento en Trump Tower por la mañana y llegó en una caravana a la oficina de la fiscal general alrededor de las 9:40 a.m. Las dos partes tomaron un descanso para almorzar. Trump partió en la caravana justo antes de las 6:15 p. m. y no se detuvo a hablar con los periodistas.
La demanda que presentó James está programada para ir a juicio en octubre. Las grabaciones de video de las declaraciones de Trump podrían potencialmente reproducirse en el juicio, si la demanda no se resuelve.
La declaración del jueves se llevó a cabo en privado.
