
Un grupo bipartidista de legisladores instó el lunes al gobierno del presidente Donald Trump a desechar los planes de matar a más de 450,000 búhos barrados invasores en los bosques de la Costa Oeste, como parte de los esfuerzos para evitar que las aves desplacen a una especie más pequeña de búho que se enfrenta a una posible extinción.
Los 19 legisladores, encabezados por el representante republicano Troy Nehls, conservador de Texas, y la representante demócrata Sydney Kamlager-Dove, liberal de California, afirmaron que las matanzas serían "extremadamente caras" y costarían $3,000 por ave.
Se preguntaron si los disparos ayudarían a las poblaciones nativas de búhos moteados del norte, que han sido objeto de controversia durante mucho tiempo debido a las restricciones de tala en el hábitat forestal de las aves a partir de la década de 1990, y al búho moteado de California, una especie estrechamente relacionada.
Los búhos barrados son nativos del este de América del Norte y comenzaron a aparecer en el Pacífico en la década de 1970. Han desplazado rápidamente a muchos búhos moteados, que son aves más pequeñas que necesitan territorios más grandes para reproducirse.
Según funcionarios federales, se estima que actualmente hay 100,000 búhos barrados en un área que contiene solo unos 7,100 búhos moteados.
Según un plan del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos aprobado el año pasado, pistoleros entrenados apuntarían a los búhos barrados durante 30 años en un máximo de 23,000 millas cuadradas en California, Oregon y Washington.
El plan no incluía una estimación de costos. Pero los legisladores dijeron en una carta al Secretario del Interior, Doug Burgum, que podría superar los $1,300 millones, basándose en la extrapolación de los costos de una subvención otorgada a la Tribu Nativa Americana del Valle Hoopa en California para matar hasta 1,500 búhos barrados.
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"Se trata de un uso inadecuado e ineficiente del dinero de los contribuyentes estadounidenses", escribieron los legisladores. "Este último plan es un ejemplo de cómo nuestro gobierno federal intenta suplantar a la naturaleza y controlar los resultados ambientales a un alto costo", agregaron.
Un portavoz del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos no respondió de inmediato a las preguntas sobre el cálculo de costos y el programa de eliminación de búhos. El plan de la agencia contemplaba la eliminación de más de 2,400 búhos barrados este año y que esa cifra aumentara a más de 15,500 aves al año a partir de 2027.
Los científicos llevan años cazando búhos barrados de forma experimental y los resultados muestran que esta estrategia podría frenar la disminución de la población de búhos moteados. Hasta el año pasado, los investigadores habían matado a unos 4,500 búhos barrados en la Costa Oeste desde 2009.
La matanza de una especie de ave para salvar a otras ha dividido a los defensores de la vida silvestre y recuerda a los esfuerzos anteriores del gobierno para salvar al salmón de la Costa Oeste matando leones marinos y cormoranes. O cuando, para preservar a las currucas, se mató a los tordos que ponen huevos en los nidos de estas aves. La eliminación de los búhos barrados sería una de las mayores acciones de este tipo realizadas hasta la fecha con aves rapaces, dijeron investigadores y defensores de la vida silvestre.
Los búhos barrados llegaron al Pacífico a través de las Grandes Llanuras, donde los árboles plantados por los colonos les dieron un punto de apoyo, o a través de los bosques boreales de Canadá, que se han vuelto más cálidos y hospitalarios a medida que el clima cambia, según los investigadores.
Su propagación ha socavado décadas de esfuerzos de restauración del búho moteado que anteriormente se centraban en proteger los bosques donde vive. Eso incluyó restricciones a la tala durante el gobierno del expresidente Bill Clinton que provocaron amargas luchas políticas y ayudaron temporalmente a frenar el declive del búho moteado.