Muere otro preso condenado a la pena de muerte en San Quintín por aparentes complicaciones derivadas del COVID-19, este sería el decimonoveno fallecimiento registrado entre los reos condenados a la pena capital, según las autoridades del Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California.
El recluso que sucumbió al mortal virus el domingo 26 de julio fue identificado como, Johnny Ávila Jr., de 62 años, y hasta el momento es el último reo en morir dentro del penal por complicaciones relacionadas con el COVID-19.
Hasta el momento son 19 las muertes que se han registrado tras el masivo brote de coronavirus entre los presos condenados a la pena capital dentro de la prisión de San Quintín.
Según autoridades, el mortal brote esta vinculado a los contagios reportados en el interior de la Institución para Hombres del Sur de California, que anteriormente tuvo la mayor cantidad de muertes por coronavirus en días anteriores.
Ávila fue condenado en 1994 por dos cargos de asesinato en primer grado por el homicidio de dos mujeres en 1991 y fue sentenciado a la pena de muerte el 21 de marzo de 1996.
Dorothy Medina y Arlene Sánchez asistieron a una fiesta en la zona rural de Fresno, "donde Medina fue brutalmente violada en grupo", según el fallo de la Corte Suprema del Estado que ratificó la sentencia a muerte de Ávila.
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Medina y Sánchez fueron llevadas hasta la orilla de un canal donde fueron asesinadas; ambas mujeres recibieron dos disparos en la cabeza.
Ávila es el último de 47 reclusos en morir dentro del sistema penitenciario del estado por aparentes complicaciones de virus del COVID-19.
Actualmente, más de 1,800 reclusos en todo California han dado positivo por al virus, mientras que las autoridades indican que más de 5,600 ya se han recuperado.
Hasta el momento San Quentin tiene más de 500 casos activos.