NORTE DE CALIFORNIA (AP) – Taylen Brooks, de 21 años, murió y su hermano, Wyatt, de 18, resultó herido, tras el ataque de un puma, de acuerdo con las autoridades, no es algo que ocurra comunmente al norte de California.
El encuentro de excursionistas, ciclistas, campistas, cazadores y otras personas que realizan actividades al aire libre con estos animales, son comunes.
Los felinos pueden pesar más de 150 libras y viven en diversos habitats en todo el estado, incluso en bosques y montañas.
Los ataques a humanos, como el ocurrido el fin de semana en El Dorado, al noreste de Sacramento, no son frecuentes, este es el primero en dos décadas, asegura el Departamento de Pesca y Vida Silvestre.
“Desde 1890 ha habido menos de 50 ataques confirmados contra personas en California, solo seis han terminado en muertes. Si bien la perspectiva de ataques a personas es aterradora, los humanos matan a muchos más pumas”, asegura la agencia estatal.
La familia Brooks dijo que los hermanos Taylen y Wyatt, originarios de la zona rural de Mount Aukum vieron al puma, levantaron las manos al aire para verse más grandes, gritaron y aventaron la mochila intentando espantar al felino.
El animal en lugar de alejarse mordió al hermano menor en la cara y lo aventó al suelo.
“En lo que Taylen golpeaba y le gritaba al león de montaña, Wyatt pudo luchar contra él y lo derribó, el puma comenzó a arañar al joven para que lo soltara, en ese momento el animal se lanzó contra Taylen, lo mordió en la garganta y lo tiró al suelo”, agrega el comunicado.
Wyatt tenía la cara seriamente lastimada y continuó golpeando al puma para que dejara a su hermano mayor, corrió hacia el carro para buscar servicio y llamó al 911.
El año pasado un puma atacó a un niño, de 5 años, que corría con su familia en un sendero, pero no lo mordió y salió huyendo cuando la madre comenzó a defender al menor.
El último ataque mortal de un puma fue en el 2004 en el condado Orange, según una lista verificada que mantiene el Departamento de Vida Silvestre.