SACRAMENTO – La calabaza azul es una iniciativa que busca ofrecer seguridad a los niños con autismo que salen a las calles a pedir dulces la noche de Halloween.
Los pequeños esperan el tradicional festejo para disfrazarse y salir. En ocasiones los menores con autismo enfrenta dificultades, según padres de familia.
El autismo afecta aproximadamente a uno de cada 36 niños en EEUU, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés)
A la hora de participar en este tipo de actividades la tranquilidad de los menores es prioridad, es por ello que la calabaza azul representa un símbolo de inclusion y comprensión.
Una madre de familia habla sobre la cubeta azul.
“No todo el mundo sabe que la calabaza azul es para niños con autismo, es por eso que también yo voy a escribir la palabra ‘autismo’ para que sean más amables”, señala Sherry Mundy.
Otras madres aseguran que es importante que la gente muestre respeto a todos los niños.
“No tengan miedo de hablar y pedir lo que sus hijos necesitan”, indicó Mandy Lam.
Además de la cubeta azul, se pide seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar contratiempos.
"También deben llevar barras fluorescentes en el cuello y los brazos y siempre llevar a los niños de la mano, especialmente cuando crucen las calles", agregó Mundy.
Esto es lo que dicen las autoridades:
"Se pueden poner un chaleco reflectivo así para que se puedan ver cuando crucen la calle. También algo que tomen en cuenta es que tienen que avisar a los niños que van a pedir dulces que no tienen que corer al otro lado de la calle porque es cuando pueden pasar los accidentes", puntualiza Margarito Meza, portavoz de la Patrulla de Caminos.
Mira aquí las recomendaciones de seguridad.
