Los santos de los narcos, una fe que crea polémica, sin embargo, aumenta la devoción y el área de Sacramento no es la expceción.
La Patrona de los Narcos nació en México, uno de los países con mayor fervor católico de Latinoamérica y aun así hace temblar a la Iglesia.
“En la Santa Muerte jamás deberíamos creer, yo diría que tiene más algo de satánico más que de divino,” dijo el padre Francisco de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe del área de Sacramento a Telemundo 33.
Y es que a través de esta imagen, los devotos buscan protección para ejecutar sus crímenes; en ocasiones le piden una muerte tranquila e incluso, que perjudiquen a una tercera persona.
La Santa Muerte se ha encontrado en los últimos años un gran número de seguidores en la frontera: inmigrantes dueños de negocios pequeños, artistas, activistas homosexuales y pobres, entre otros, muchos de ellos no latinos y no todos involucrados con la religión organizada, informó Telemundo 52. Los santuarios y las estatuas de la figura del esqueleto, representados típicamente con una túnica de monja negra y una guadaña, se pueden encontrar en Nuevo México, California, Luisiana, Texas y otros lugares.
La gente reza a La Santa Muerte por todo tipo de ayuda, desde eludir las malas acciones y la venganza hasta conseguir mejores empleos y evitar que los amantes sean infieles. Otros buscan su protección para sus envíos de drogas y para protegerse de la aplicación de la ley.
“Dicen que ella te ayuda a hacer el mal, te ayuda a que se te abran los caminos para dañar a las personas que ayudan a los narcotraficantes”, dijo Celeste García, quien es devota de la Santa Muerte a Telemundo 33.
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García se sabe las oraciones a esta figura de aspecto macabro y asegura que sí hace milagros, pero siempre hay un precio.
“Dicen que si tu no le cumples te castiga, la Santa Muerte es muda, sorda y ciega”, añadió García.
A esta imagen que según mira sin mirar narcotraficantes, le ofrecen cosas con el fin de recibir protección o un milagro.
“Dinero le ofrecen, que van amatar a un animal, una ofrenda de sangre, ofrecen hacer una iglesia en su nombre”, añadió García.
Otro de los santos se trata de Malverde, el misterioso santo de los narcos.
“Él no es un santo no es realmente un santo reconocido por la Iglesia, algunas personas no sé de dónde los sacaron”, dijo el padre Francisco.
Su verdadero nombre era Jesús Malverde y cuenta la leyenda que murió en la horca hace 109 años por robar a ricos y darle a los pobres.
“Sé que en Malverde creen los narcos, personas que quieren cruzar a este país”, añadió García.
México tiene un fuerte lazo con la muerte, que data de sus raíces aztecas, quienes consideraban a la muerte como una parte necesaria de la vida. Personajes como Malverde proliferan en esta sociedad, proclive a exaltar sus acciones, muchas de ellas delictivas.
La Iglesia Católica condena los supuestos santos del narco.
"Cualquier cosa buena, cualquier cosa que hayan hecho cuando estaban vivos Dios se los paga aquí en la Tierra para que cuando mueran no les deba nada y se vayan directo al infierno”, agregó el padre Francisco.