SAN DIEGO- En junio, California y otros 18 estados lanzaron programas de incentivos monetarios y loterías millonarias para promover la vacunación contra el COVID-19. Meses después, un estudio arrojó que no fueron eficaces en su objetivo y que no eran una campaña informativa por lo cual sí hubo ganadores para aumentar la vacunación en el estado.
“Ayudó en algo, pero a menos en San Diego no se notó mucho”, dijo Miriam Rodríguez de la Coalición Latina de Salud de San Diego.
Las iniciativas estatales de incentivo de la vacuna contra COVID-19 fueron a través de pagos directos o premios de loterías.
“Hubo familias que no les tocaron, familias que les tocaron doble, sí se notó eso por parte del estado que les hace falta un poquito más de esa estrategia”, dijo Rodríguez.
Un estudio de varias universidades, incluida la Estatal de San Diego (SDSU, por sus siglas en inglés), calculó el número de vacunas administradas por cada 1,000 habitantes en los estados que premiaron por la vacunación antes y después del anuncio de los incentivos, y los compararon con aquellos lugares donde no se promovieron esos premios.
“Yo no podía creer que teníamos que dar regalos a premios para hacer lo que uno debe hacer”, dijo Daniela Caroo, quien desaprobó los incentivos monetarios.
Cuando los analizaron en su conjunto, vieron que no hubo diferencia entre los estados que ofrecieron incentivos y los que no.
California fue pionero en otorgar premios que iban desde $50,000 hasta $1.5 millón, los que fueron sorteados en junio.
El total destinado fue de $116 millones, que provenían de los fondos federales. Aunque según la investigación no fue una estrategia informativa de vacunación.
“Cuando me van a dar bien la información para yo tomar la decisión para yo hacerlo, entonces sí ayuda un incentivo, pero no fue lo que impulsó a la comunidad a ir, sino que haya este acceso para que se la pudieran poner”, dijo Rodríguez.
De acuerdo con el estudio, los pagos directos fueron más efectivos para incrementar la vacunación que loterías millonarias. Otro de los problemas encontrados fue que a menudo estas propuestas de incentivos fallaban en exponer las razones fundamentales para la vacunación, como la desinformación o la desconfianza en las vacunas.
“Estaban esperando a que todos pudieran vacunarse, y ya cuando empezaron a ponérsela de todas las edades, y sus hijos empezaron a vacunarse así que no fue tanto por los incentivos”, dijo Rodríguez.
Tanto la pesquisa como la experiencia de Rodríguez, concluyeron que la gente no respondió como se esperaba a estas loterías, pues al fin de cuentas no se vacunaban por falta de información o temor a la vacuna.