OAK PARK, Illinois — Los estadounidenses se sienten aislados y ansiosos. Temen que ellos o sus seres queridos enfermen. Les preocupan sus empleos.
Al tiempo que el coronavirus cambia drásticamente la vida en Estados Unidos, está cobrando un precio enorme en la salud mental y los niveles de estrés de la población, de acuerdo con un sondeo que reveló que la mayoría de los estadounidenses ha sentido nervios, depresión, soledad o desesperación en la última semana.
“Resultan muy agobiantes, el temor y la ansiedad”, declaró Julie Hitchcock, residente de Milwaukee, que sufrió neumonía en otoño del año pasado.
La mujer de 49 años pasó dos semanas conectada a un respirador y se ausentó 10 semanas del trabajo, para luego recibir licencia sin goce de sueldo por el confinamiento debido a la pandemia del coronavirus poco después de regresar a su empleo de tiempo completo.
Su licencia terminó la semana pasada. Ella viaja en autobús de transporte público hacia y desde su empleo en un organismo educativo internacional sin fines de lucro, y eso aviva sus temores de enfermarse o estar contagiada sin saberlo e infectar a alguien más, que luego podría tener que ser conectado a un respirador.
La encuesta realizada la semana pasada es la primera ola del Sondeo de Impacto del COVID realizada por NORC en la Universidad de Chicago para la Fundación de Datos.
El sondeo busca ofrecer una evaluación en curso de la salud mental, física y económica del país durante la pandemia.
Cerca de dos tercios de la población estadounidense dijo sentirse nerviosa, deprimida, sola o desesperada en al menos uno de los últimos siete días, de acuerdo con la encuesta.
Para cada una de las cuatro emociones, cerca de dos de cada 10 estadounidenses afirmaron sentirse así en tres días o más.
El 14% dijo sentir reacciones como sudor, nauseas o hiperventilación cuando piensa en su situación ante la pandemia.
Pro el sondeo también reveló algunos puntos positivos mientras los estadounidenses lidian con el virus: Aproximadamente uno de cada cinco reportaron tener contacto más frecuente con amigos y familiares por medio de mensajes de texto, teléfono o internet.
El sondeo también halló que más mujeres que hombres dijeron que se han sentido al menos una de las emociones angustiantes en la última semana, 71% frente a 56%.
Phil Schmitter, pastor en el templo católico Cristo Rey en Flint, Michigan, pasa gran parte de su tiempo hablando con feligreses confinados y vulnerables.
Algunos integrantes de su parroquia —a la que asisten afroestadounidenses en su mayoría— se han infectado con el virus y algunos han muerto, mientras que a otros les preocupa cómo pagarán sus facturas.
“Hallé que la gente realmente está pasando apuros y se está enojando más y más”, afirmó Schimtter. Dijo que ha estado hablando con los fieles por teléfono o en Facebook.
En la mayoría de la gente, el coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas.
Sin embargo, en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves, incluyendo la neumonía, o la muerte.