GINEBRA - La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el viernes que los ensayos más recientes han arrojado “evidencias inequívocas” de que el remdesivir, el remedio que usó el presidente estadounidense Donald Trump cuando contrajo el coronavirus, tiene escaso o ningún efecto en casos severos de la enfermedad.
La OMS anunció el viernes los resultados de seis meses de pruebas sobre varios medicamentos a fin de determinar si eran eficaces contra el coronavirus.
El estudio, que no fue revisado por otros científicos, halló que cuatro tratamientos -remdesivir, hidroxicloroquina, lopinavir/ritonavir e interferon- tienen “escaso o ningún efecto” en cuanto a evitar que el paciente fallezca en cuestión de un mes o en cuanto a la recuperación de los pacientes hospitalizados.
La mayoría de estos tratamientos ya habían sido descartados, pero el remdesivir, un medicamento antiviral, había sido aprobado en Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. Las existencias de la droga son limitadas, y la Agencia Europea de Medicamentos está examinando reportes de que el remdesivir es dañino para los riñones.
Martin Landray, profesor de medicina y epidemiología de la Universidad de Oxford, indicó que los resultados de la OMS en cuanto a la hidroxicloroquina y el lopinavir se asemejan a un estudio que él realizó en Gran Bretaña.
“Lo importante aquí es que el remdesivir no tiene un efecto notable en cuanto a la supervivencia del paciente”, expresó Landray en un comunicado. Explicó que el medicamento es recomendado en algunos países pero hay problemas de suministros, costo y acceso.
“Este es un medicamento que se administra por vía intravenosa por entre cinco y 10 días”, expresó Landray, señalando que el costo del tratamiento es de unos $2,550 dólares por cada aplicación.
“El COVID afecta a millones de personas y a sus familias en todo el mundo. Necesitamos tratamientos asequibles por igual para todos”, declaró el experto.
El coctel de tratamientos suministrados al presidente Trump incluía el remdesivir.
La OMS declaró que el estudio, que abarcó a más de 30 países, examinó los efectos de los tratamientos en las tasas de mortalidad, tomando en cuenta si el paciente necesitó respirador y cuánto tiempo pasó en el hospital.